Enseña un oficio: El Panadero
Si hay un alimento que ha estado presente prácticamente durante toda nuestra historia, ese es el pan. Por ende su creador, el panadero, nos acompaña desde hace muchos cientos de años.
Pero desde el neolítico han habido 5 puntos en la historia que ha marcado una evolución tanto en la elaboración como en el tratamiento de su materia prima.
Comenzamos en Egipto donde la maravillosa calidad de las riberas del Nilo permitieron cultivar cereales a sus habitantes y preparar un pan ácimo que era parte de la dieta diaria. Sin embargo la gran contribución de estos hombres fue el descubrimiento de la fermentación base principal del pan de nuestros días.
La gran relación de los griegos con el pueblo egipcio permitió transmitir este conocimiento a su pueblo. Perfeccionandolo hasta el punto de crear más de setenta panes diferentes.
Como imaginaréis el siguiente salto de la transmición de este conocimiento fue al pueblo romano. Hacía el año 30 A.C. Roma contaba ya con más de 300 panaderías y con el emperador Trajano llegaron a contar con el Colegio de panaderos, que legislaba todo lo relacionado a su elaboración. Pero lo más importante fue el desarrollo y mejora de los molinos, las máquinas de amasar y los hornos.
Durante la Edad Media se mantuvo el proceso sin ningún cambio importante. Sin embargo el conocimiento de este oficio se guardó sobre todo en los monasterios de la época.
Ya en la edad moderna hacía el siglo XVIII se desarrolla la tecnología y con ello la mejora en la molienda, las harinas, consiguiendose mayores producciones y como resultado una bajada considerable de su precio.
En España lo más interesante es que ya existía el pan antes de la llegada de los romanos. Durante la época mazárabe cada ciudadano elaboraba su propio pan en casa, teniendo cada uno una forma particular de marcarlo para poder reconocer su producción en los hornos públicos que abundaban en aquellos tiempos.
Hoy en día vivimos un resugir del oficio de panadero, encontrando hornos donde siguiendo técnicas tradicionales consiguen un pan realmente maravilloso.
Esperamos que este pequeño resumen de un gran oficio os despierte el gusanillo y os animéis a conocer más de cerca sus secretos.
Feliz comienzo de semana
